Residuo, energía, materias primas y cómo sacarles partido. La circularidad bien entendida.
Tanto a nivel industrial como a nivel particular, cada día generamos toneladas de residuos que pueden terminar en vertederos o sistemas de reciclaje. Ahora conocemos la magnitud de la generación, pero ¿realmente conseguimos hacer los más óptimo con la gestión de esos residuos?
¿Cuánta basura generamos y cuánta es valorizable?
Según (varios estudios, un hogar promedio genera entre 1 y 2 kg de residuos por persona al día) la información de Eurostat en el caso de España el pasado año 2022 tuvimos una producción de 487 kg/habitante y año (esto equivale a una generación entre 1 y 2 kg de residuos por persona y día) .
Por su parte las empresas producen toneladas de residuos anualmente, dependiendo del sector.
Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística la distribución es de la siguiente cantidad:
Podemos clasificar estos residuos en tres grandes grupos:
- Residuos orgánicos industriales (subproductos agrícolas, residuos de la industria alimentaria, lodos de depuradora, etc.): Representan una gran fuente de biomasa y pueden aprovecharse para producir biogás o compost.
- Residuos inorgánicos reciclables (metales, plásticos, papel, cartón, vidrio): Son altamente valorizables mediante reciclaje y reutilización, contribuyendo a la economía circular.
- Residuos no reciclables o peligrosos (residuos químicos, solventes, aceites usados, materiales contaminados): Algunos pueden transformarse en combustibles derivados de residuos (CDR), mientras que otros requieren tratamiento especializado. De esta cantidad, una parte importante es valorizable, ya sea mediante reciclaje o aprovechamiento energético.

De residuo a combustible: ¿Es viable?
Los residuos pueden ser transformados en energía de diversas maneras:
- Biogás: Los residuos orgánicos, al ser descompuestos en ausencia de oxígeno, generan metano, un gas que puede utilizarse como combustible para generar electricidad o calor.
- Conversión en energía: Algunos residuos no reciclables pueden quemarse en plantas de valorización energética, generando electricidad y calor. Sin embargo, esta práctica debe realizarse con estrictos controles para evitar emisiones contaminantes.
- Combustibles derivados de residuos (CDR): Algunos residuos, como ciertos plásticos, papeles, cartones, maderas y textiles, pueden convertirse en combustibles utilizados en cementeras y otras industrias.
- Conversión a nuevos materiales: Existen materiales (principalmente poliolefinas) que pueden ser reconvertidos por medio de procesos químicos de nuevo a sus formatos primarios para su empleo como hidrocarburos o bien como principios químicos para la producción de nuevos productos plásticos.

¿Qué residuos son valorizables?
No todo residuo puede aprovecharse energéticamente. Los residuos peligrosos, como baterías, productos químicos o ciertos plásticos con contaminantes, deben ser tratados de manera especial.
Existen planes sectoriales para el lograr una economía circular para 2050 en Europa distinguiendo las principales vías de trabajo como son:
- Plásticos
- Textiles
- Electrónica y TIC
Para todos estos sectores se deben aplicar soluciones específicas que aporten un alto grado de retorno.
Para las empresas, gestionar los residuos de forma eficiente no solo es una responsabilidad ambiental, sino también una oportunidad económica. Implementar estrategias de valorización permite reducir costos operativos, minimizar el impacto ambiental y contribuir a una economía más sostenible.
Siguiendo la situación actual, todavía existe una gran tasa de residuos que se deriva a vertedero:
La clave está en optimizar los procesos de separación, fomentar la reutilización y colaborar con plantas de gestión de residuos que maximicen el aprovechamiento energético. En última instancia, los residuos industriales pueden dejar de ser un problema y convertirse en un recurso valioso.

En Bianna trabajamos la valorización desde las distintas vías que la técnica actual permite, además de trabajar año a año en el desarrollo de avances que aumenten esa capacidad de valorización.
Bajo un modelo de economía circular, diseñamos e integramos líneas específicas para la valorización energética o material para producir energía térmica eléctrica o bien la obtención de nuevas materias primas que aseguren la circularidad del proceso.
Tenemos una visión global del proceso y de las vías de gestión. Pero, al mismo tiempo, mantenemos una visión holística, es decir, cada situación requiere de un enfoque único. Una empresa puede requerir únicamente una segregación por materiales para su incremento de valor económico en el mercado. Pero, para el mismo flujo de materiales otra empresa puede requerir de una producción energética que asegure (o minimice) su exposición a la fluctuación del valor de la energía en los mercados actuales.
Desde el análisis hasta la puesta en marcha de la solución, para cumplir con nuestra visión: ser una empresa referente en el diseño, fabricación y puesta en marcha de soluciones para la gestión de residuos.
